Ir al contenido principal

Nosotras proponemos / We propose


Compromiso de práctica artística feminista – Asamblea Permanente de Trabajadoras del Arte
Nosotras proponemos
 Ante la generalizada señal de alerta que circuló visibilizando las formas de acoso sexual que condicionan las relaciones de poder en el mundo del arte, nosotras, artistas, curadoras, investigadoras, escritoras, galeristas, trabajadoras del arte, elaboramos un compromiso de prácticas feministas. Este documento, al que invitamos a adherir, busca crear conciencia sobre las formas patriarcales que, como una membrana invisible, moldean el ejercicio del poder en el mundo del arte. La carta abierta “No nos sorprende” realizó un “llamado a las instituciones, mesas directivas y demás colegas, para que piensen bien cómo juegan, o pueden haber jugado, un papel en la perpetuación de diferentes niveles de inequidad sexual y abuso, y cómo van a manejar estos problemas en el futuro”. En este compromiso de prácticas feministas proponemos expandir la conciencia acerca de los comportamientos patriarcales y machistas que dominan el mundo del arte y que regulan nuestras formas de posicionarnos. Este compromiso se identifica, en primer lugar, con la histórica exclusión y desvalorización de las artistas mujeres, pero sus propuestas pueden ser asumidas por mujeres, varones o cualquier identidad no normativa. Se propone como una guía de prácticas personales e institucionales que invitamos a seguir.
En relación con la estructura del mundo del arte
1. Promovamos, exijamos y respetemos la representación igualitaria en el mundo del arte (estratégicamente el 50% en lugar del actual 20%), tanto en las colecciones de los museos y otras instituciones culturales, como en las colecciones privadas, en las exposiciones colectivas, en los premios (paridad en la selección, la premiación y los jurados), en las ferias de arte, en las representaciones internacionales tales como las bienales, en las reproducciones de obras en libros y catálogos colectivos, en las tapas de las revistas, en los porcentajes de artistas en las galerías de arte. Estas son formas de representación que deberían regir todas las artes (también los repertorios en los conciertos y en las artes escénicas, así como en la literatura). Hagamos visibles y desarticulemos las formas desiguales en las que se distribuyen los recursos de financiación y los ingresos (entre géneros, entre los “centros” y “periferias”, entre sectores sociales).
2. Trabajemos por la equidad representativa en los cargos directivos de las instituciones artísticas, educativas y culturales que manejan, deciden y generan políticas en el sector de las artes visuales. En la Argentina son pocas las directoras de museos mujeres; los cargos principales y de dirección de instituciones están mayormente ocupados por varones. Las mujeres generalmente se ubican en los rangos medios, en labores consideradas “femeninas” vinculadas al ámbito patrimonial (restauración, catalogación, conservación) o bien, liderando iniciativas relacionadas con la educación o la dirección de museos de artes decorativas, del traje, entre otros, o museos considerados “menores” en relación con los grandes centros de promoción de las artes. En los paneles o mesas redondas quienes tienen la palabra son predominantemente varones, en el mundo del arte el “estrellato” es masculino. En el ámbito de las organizaciones (no solo en iniciativas comerciales sino también de autogestión y supuesta horizontalidad como las asambleas o los proyectos artísticos), visualicemos y evitemos que nos coloquen en el tradicional puesto de “secretarias”, “administradoras”, “encargadas de prensa” en tanto los varones se ubican en las tareas creativas y de liderazgo. Busquemos trabajar con quienes sienten que todxs pueden hacer y aprender.
3. Seamos conscientes de que las conductas patriarcales no son necesariamente administradas por varones heterosexuales: las mujeres podemos ser extremadamente patriarcales cuando ejercemos el autoritarismo y el maltrato. Lo mismo puede decirse del machismo de la cultura gay: fortalezcamos nuestra alianza con las locas y queers en general a fin de desarticular la misoginia gay. Hagamos visible cuando nuestros colegas varones guían sus prácticas desde conductas y perspectivas feministas.
4. Analicemos la posición de las mujeres y otros cuerpos feminizados en relación con cuestiones de raza, clase social, edad, geografía, orientación sexual, identidad de género y otros vectores diferenciales, y participemos activamente para subvertir las estadísticas discriminatorias y excluyentes que dominan en el mundo del arte (blanco, de clase media o alta, joven, con contactos en el universo establecido del arte). Promovamos la investigación y demos visibilidad a formas de creación de artistas mujeres de otros grupos sociales y otras culturas. Analicemos y destaquemos la exclusión de las artistas de generaciones intermedias y el fenómeno reciente y creciente del reconocimiento tardío, en el final de la carrera, que en una clara discriminación etaria, la prensa ha denominado como “el tiempo de las abuelas”.
En relación con las conductas en el mundo del arte
5. Evitemos caer en la trampa de la acusación personal del “mal carácter”: las instituciones y las figuras de poder siempre quieren convencernos de que pedir lo justo, poner límites, pelear por la dignidad de tu trabajo, te vuelve una desubicada, o directamente una “loca”, “histérica” o “problemática”.
6. Cada vez que estemos por criticar, en voz alta o no, a otra mujer, detengámonos a analizar si no estamos ejerciendo un odio aprendido. La misoginia está en el inconsciente colectivo y tenemos que desarmarlo dentro de nosotrxs mismxs. Ante la duda, comparemos: ¿qué pasaría si esto lo estuviera haciendo un hombre?
7. Evitemos desgastarnos en la promoción de la carrera de nuestros compañeros varones antes que en las de las compañeras mujeres. Cultivemos relaciones de trabajo respetuosas e igualitarias con los varones de nuestro medio sin dar lugar a los micromachismos.
8. Siempre que podamos ayudar a que otra mujer se tenga más confianza, hagámoslo. Si una mujer nos ayuda a fortalecer nuestra confianza, tomémoslo y agradézcamoslo.
9. Evitemos que nos desautoricen desde conductas de superioridad paternalistas e invitemos a la revisión del lenguaje que utilizan nuestros colegas varones para neutralizar nuestros argumentos como equivocados e imponiendo los suyos como verdaderos. Evitemos que nuestros colegas varones nos expliquen o corrijan (mansplaining) asumiendo que nuestros conocimientos o saberes sobre cualquier materia son escasos.
10. No nos intimidemos por el volumen, la gravedad de la voz o la altura de nuestros interlocutores varones. Estas condiciones no equivalen a la razón.
11. No sintamos ni dejemos que nos hagan sentir pudor por los temas que nos interesan y nos involucran: la vergüenza es una de las estrategias patriarcales que acallan nuestra posibilidad de investigarlos.
12. Expresemos frontalmente, en cada oportunidad y a quienes las empleen, el uso de estas estrategias de poder y nuestro desacuerdo.
13. Escuchemos y compartamos experiencias, porque lo personal siempre es político. Fomentemos la amistad entre mujeres. Contra al corporativismo machista, la solidaridad entre mujeres (sororidad).
En relación con la carrera artística y la creatividad
14. Busquemos crear tanto como podamos. Que no nos asuste la ambición. Crear más es una forma de trabajar por la igualdad de género.
15. Permanezcamos atentas al saqueo de nuestras propias ideas y prácticas artísticas cuando pasan desapercibidas en nuestras manos y cobran notoriedad en las de artistas a los que las instituciones clasifican como varones. Hagamos público cuando esto sucede con la obra de nuestras colegas. Observemos y señalemos que las cualidades atribuidas al arte ‘femenino’ adquieren valor cuando las utilizan artistas varones pero son consideradas arte menor, kitsch, aficionado, infantil o ridículo cuando se aplican a la obra de artistas mujeres.
16. Cuestionemos con claridad el concepto establecido de “carrera artística”, pautado por la dedicación excluyente a la realización de la obra con fines comerciales. Como mujeres sabemos que la continuidad de nuestra obra está condicionada por la maternidad y las tareas de cuidado de los entornos familiares y afectivos que se nos imponen. Hagamos del suspenso y el retorno al hacer artístico un valor específico y relevante en nuestras prácticas. Luchemos por la socialización de las tareas domésticas y de cuidado (que incluyen la escucha, la confidencia y la contención emocional) para y cuestionemos la naturalidad con la que se nos asignan y con que las asumimos.
17. Deroguemos el concepto de genio, de maestro y el canon del “arte bueno” regulado desde parámetros patriarcales.
18. Eliminemos la noción de “ojo experto” capaz de entender, casi por gracia divina, qué es la calidad artística.

Sobre el feminismo artístico y la historia del arte feminista
 19. No evitemos identificarnos como "artistas feministas" o “historiadoras del arte feministas” cuando en nuestras prácticas confluyen arte, política y activismo feminista. Sintamos el orgullo de denominar o que denominen a nuestras obras como feministas cuando en ellas cuestionamos el sistema hetero-patriarcal dominante.
20. Revisemos y cuestionemos las imágenes estereotipadas de “la mujer” construidas por los discursos patriarcales. Construyamos nuestras propias categorías.
21. Investiguemos la obra de las artistas y de las investigadoras y teóricas mujeres, conectémonos con sus legados, revisemos el poder que en nosotrxs ejercen las genealogías patriarcales y valoricemos los saberes de las mujeres.
22. Revisemos nuestros propios sistemas de citas y de principios de autoridad para analizar críticamente la internalización del pensamiento patriarcal en nuestras prácticas.
23. Analicemos el lenguaje patriarcal que domina en la construcción de la historia del arte (con términos tales como genio, manifiesto, maestro) para elaborar otra mirada, otros relatos, otras historias (no una Historia oficial) del arte.
24. En el ámbito educativo, exijamos la inclusión de bibliografía de autoras mujeres (tanto de historia como de teoría), generalmente ausentes de los programas académicos.
25. En las conversaciones con curadorxs, coleccionistas, galeristas u otros agentes del campo del arte, mencionemos a nuestras colegas, hablemos de sus obras. Asistamos a conferencias, leamos entrevistas, investiguemos con interés su trabajo: es una forma eficaz de someter a crítica las genealogías patriarcales dominantes.
26. Nunca nombremos a las artistas mujeres como las mujeres de artistas varones, vinculándolas a genealogías masculinas. En las parejas de artistas, evitemos nombrarla a ella con el nombre y a él con el apellido (Frida y Diego Rivera). La historia del arte se ha construido sobre la marginalización de las mujeres en las parejas de artistas o en las relaciones entre maestros y alumnas. Investiguemos y destaquemos su identidad, trayectoria y el lugar que ocupan en el mapa de la creatividad artística.
27. Demos visibilidad a los sistemas de poder que menosprecian la obra de artistas mujeres y descartan su legitimidad cuando asocian a favores sexuales el reconocimiento de su trabajo.
28. Acudamos a los encuentros y conferencias de mujeres y propongamos sesiones sobre arte y feminismo, llevemos la voz y comparemos lo que sucede en relación con otros ámbitos de la creación y el conocimiento.
29. Analicemos y aprendamos del carácter históricamente colectivo, participativo, colaborativo y solidario del feminismo y de su relación con otras expresiones culturales sojuzgadas, descalificadas u oprimidas.
30. Participemos para que la actual iniciativa de reivindicación de artistas mujeres no reconocidas en su tiempo trascienda el hecho de ser una moda coyuntural y momentánea.
31. Propiciemos la gestión de espacios de creación, conocimiento y circulación del arte colaborativos, participativos y comunitarios, que excedan el ámbito tradicionalmente elitista del arte.
32. Promovamos modos de percepción basados en un pensamiento inclusivo, en los afectos y la equidad, contrapuestos a la ética de la exclusión y el individualismo, valores patriarcales que dominan en la sociedad y en el mundo del arte.
33. Denunciemos públicamente que la exclusión de la obra de las artistas mujeres produce una censura sistémica y sistemática de nuestras sensibilidades, nuestras poéticas y formas de conocimiento, que permanecen silenciadas para lxs receptorxs, quienes a su vez se ven limitadxs a percibir y conocer formas masculinas de ver y estar en el mundo.

Sobre el carácter inclusivo de esta propuesta
34. Propiciemos que la comunidad artística masculina y la comunidad artística en general puedan abrirse a formas de sensibilidad diferentes y no por ello menores.
35. Comprendamos y hagamos comprender a nuestros colegas varones que no es necesario haber sido clasificadx como mujer o de cualquier otro modo para suscribir este compromiso feminista en el mundo del arte. Los principios de equidad y de respeto pueden ser aplicados, predicados y respetados por todxs.
36. Consideremos que el compromiso feminista parte de la experiencia y la conciencia generales acerca de la discriminación y de la opresión (de las mujeres y de otrxs sujetos sociales desjerarquizadxs por razones de clase, de raza, identidad de género u orientación sexual): el feminismo es un momento dialéctico emancipador para todxs.
37. No seamos cómplices de ninguna forma de violencia machista, desde la más visible hasta la más sutil y poco perceptible. Busquemos soluciones no punitivas pero efectivas: nosotras podemos protegernos y proteger nuestros espacios. Estemos para nosotras.


Esta propuesta se activó ante la partida inesperada y prematura de la artista argentina Graciela Sacco, quien persistentemente confrontó muchos de los comportamientos que aquí se describen.
El 7 de noviembre de 2017 establecimos la Asamblea Permanente de Trabajadoras del Arte desde la que promovemos el compromiso de prácticas feministas. Convocamos a la comunidad artística global a organizar el Paro Internacional de Mujeres el 8 de marzo de 2018 en el mundo del arte y sus instituciones.
* * * * *

Declaration of Commitment to Feminist Practices in Art - Permanent Assembly of Women Art Workers
We Propose

Given increased awareness of forms of sexual harassment in the art world, we—artists, curators, researchers, writers, gallerists, art workers—state our commitment to feminist practices. This document, which we invite you to sign, is intended to create awareness of patriarchal practices that shape the exercise of power in the art world. The open letter "We Are Not Surprised" issued a "call upon art institutions, boards, and peers to consider their role in the perpetuation of different levels of sexual inequity and abuse, and how they plan to handle these issues in the future.” In this statement of commitment to feminist practices, we attempt to expand awareness of the patriarchal and sexist behavior pervasive in the art world, behavior that regulates how we position ourselves. While this statement addresses, first, the historical exclusion and devaluation of women artists, its proposals can be embraced by women, men, or those with non-normative identities. It sets out to act as a suggested guide to personal and institutional practices.
Concerning the structure of the art world
1. We demand equal representation in the art world (strategically 50% instead of the current 20%): the collections of museums and other cultural institutions, as well as in private collections; group shows; awards and distinctions (parity in the number of awards and distinctions given, and jury members); art fairs; representations at international events such as biennials; reproductions of works in books and catalogs; covers of magazines and journals; and number of artists represented by art galleries. Parity should be the guideline in all of the arts (in the programming of concerts and works in the performing arts, and in literature). We will make visible and dismantle the unequal distribution of funding, resources, and income (between different genders, between "centers" and "peripheries," between different social sectors).
2. We will work for parity in the top-level positions at the artistic, educational, and cultural institutions that determine and enact policies in the visual arts. In Argentina, there are few female museum directors; the most powerful positions at art institutions are mainly held by men. Women generally hold mid-level jobs, performing "feminine" tasks linked to the patrimonial sphere (restoration, cataloging, conservation) or at the head of initiatives in education; if they do hold top-level jobs, it is usually at museums considered “minor” in relation to the “centers” of the arts (decorative art museums, museums of fashion design). The privileged speakers on panels or at roundtables are mostly men, and "stars" of the art world are overwhelmingly male. In organizations (not only at commercial venues, but also at self-run and supposedly horizontal spaces like assemblies and art projects), we will make ourselves visible and avoid to be placed only in the traditional roles of secretary, administrative assistant, press officer, while men are assigned creative and leadership tasks. We will attempt to work solely with those who feel that everyone is capable of acting and of learning.
3. We will be aware that heterosexual men are not the only ones to engage in patriarchal behavior: women can be extremely patriarchal when they act in an authoritarian manner and mistreat others. The gay culture can also be patriarchal. We will strengthen our alliance with “locas” and the queer community in order to dismantle gay misogyny. We will recognize male colleagues that follow feminist perspectives in their practices.
4. We will analyze the position of women and other feminized bodies in issues of race, social class, age, geography, sexual orientation, gender identity, and other differential vectors, and actively work to subvert the overwhelming discriminatory and excluding tendency in the art world that favors white, middle or upper class, young, and well-connected artists. We will support research and greater visibility of women artist with different social backgrounds and cultures. We will point out and analyze the exclusion of mid-career women artists and the recent and growing phenomenon of late recognition of female artists, which the press has called, in dismissive and discriminatory tone, "granny recognition."
Concerning behaviors in the art world
5. We will not fall into the trap of the personal accusation ("She is difficult"): institutions and powerful figures always want to convince us that asking for our due, setting boundaries, fighting for the dignity of our work, means that we are uppity and out of line, or outright "crazy," "hysterical," or "problematic."
6. Whenever we are about to criticize, aloud or otherwise, another woman, we will stop to consider whether we are engaging in a learned form of hatred. Misogyny is ingrained in the collective unconscious, and we have to take it apart within ourselves. When in doubt, we will ask ourselves what would happen if a man were doing the thing we are criticizing.
7. We will avoid expending too much energy supporting the careers of our male colleagues rather than those of our female colleagues. We will cultivate respectful and egalitarian working relationships with the men in our milieu without enabling micro acts of sexism.
8. When we have the chance to help another woman gain confidence in herself, we will. If a woman helps us gain confidence, we will recognize it and thank her.
9. We will avoid being discredited by acts of paternalism and demand revision of the language used by our male colleagues to neutralize our arguments and to impose their own. We will seek to keep our male colleagues from explaining to and correcting us (mansplaining) on the assumption that we know little about a given subject.
10. We will not be intimidated by volume or tone of voice, or by the physical stature, of our male interlocutors. None of that makes them right.
11. We will not feel ashamed of the issues we are interested or involved in: shame is one of the patriarchy’s strategies to hinder research on certain topics.
12. We will explicitly oppose strategies of power and those who engage in them every time we come across them.
13. We will listen to each other and share experiences, because the personal is always political. We will promote friendship between women. We counter corporative sexism with solidarity between women (sorority).
Concerning the artistic career and creativity
14. We will create as much as we can. We will not be afraid to be ambitious. Creating more is a way to work for gender equality.
15. We will identify and ward off the plundering of our artistic ideas and practices, which often go unnoticed when produced or enacted by women only to gain notoriety when produced or enacted by men. We will draw public attention to that when it happens. We have noticed that qualities associated with “feminine” art are considered minor, kitsch, amateurish, childish, or ridiculous in the work of women artists but valued if in the work of men.
16. We will challenge the definition of "artistic career" as full-time dedication to the production of work to commercial ends. As women, we know that our ability to work is often conditioned by motherhood and by the work of caring for our families and their needs—material and emotional. We will uphold careers that include interruptions as a specific value in our practices. We will fight for the equal distribution of domestic work and care (including emotional support) and question how naturally those tasks are imposed to us and how naturally we embrace them.
17. We reject the concept of “the genius,” of the master artist, and of the canon of "good art" regulated by patriarchal parameters.
18. We will cast off the "expert eye" capable of discerning, almost mystically, artistic quality.
Concerning artistic feminism and feminist art history
19. We will not avoid identifying ourselves as feminist artists or as feminist art historians when our practices encompass feminist art, politics, and activism. We will take pride in calling our work feminist insofar as it questions the dominant hetero-patriarchal system.
20. We will question the stereotyped images of "women" according to patriarchal discourses. We will build our own categories.
21. We will study the work of women artists, researchers, and theorists; we will heed their legacies; we will reexamine the power over us exercised by patriarchal genealogies; we will value women’s knowledge.
22. We will reexamine what and whom we cite and how we have internalized patriarchal thinking and principles of authority in our practices.
23. We will analyze the patriarchal language that dominates the construction of art history (terms like genius, manifesto, teacher) to develop another perspective, other stories and other art histories.
24. We demand that female authors of art history and theory be included in academic curricula.
25. We will mention female colleagues and their work in conversations with curators, collectors, gallerists, and other agents in the art field. We will attend lectures, read interviews, and study work pertinent to women artists—an effective way to criticize the dominant patriarchal genealogies.
26. We will never name female artists as the wives or partners of male artists, linking them solely to male genealogies. We will avoid using the last name of the male member of the couple and the first name of the female member (e.g. Frida and Diego Rivera). Art history has been built on the marginalization of women in artist couples and in the relationships between male masters and female disciples. We will underscore women’s independent identities, trajectories, and the place they occupy in the map of creativity.
27. We will make visible and condemn the power systems that belittle the work of women artists on the assumption that they have gained legitimacy in exchange for sexual favors.
28. We will attend women’s meetings and conferences and propose sessions on art and feminism. We will speak out in order to compare women’s situation in the arts and in other spheres of creation and knowledge.
29. We will pay attention to and learn from the collective, participatory, collaborative, and horizontal nature of feminism in history and its relationship to other subaltern, discredited, and oppressed forms of cultural expression
30. We will work so that the claims for recognition of women artists not recognized during their lifetimes or at the peaks of their productivity is not a passing trend.
31. We will support creation, knowledge, and circulation of collaborative, participatory, and community art, outside the traditionally elitist art field.
32. We will uphold modes of perception based on inclusiveness, on affect, and on equality as opposed to a logic of exclusion and individualism, of patriarchal values that dominate both society and the art world.
33. We will publicly point out that the exclusion of the work of women artists entails systemic and systematic censorship of our sensibilities, of our poetics and forms of knowledge. That silencing means that viewers have access only to male forms of seeing and being in the world.
Concerning the inclusive nature of this statement
34. We will fight to make the male art community and the art community in general open to different (and equally important) sensibilities.
35. We understand, and encourage our male colleagues to understand, that men as well as women and everybody in between can make this commitment. The principles of fairness and respect must be applied, preached, and upheld by all.
36. We believe that feminism is connected to awareness of discrimination and oppression not only of women, but of all other individuals dismissed for reasons of class, race, gender identity, or sexual orientation: feminism is an emancipatory dialectical moment for everyone.
37. We will not be accomplices to any form of sexist violence, from the most visible to the most subtle and imperceptible. We will look for effective non-punitive, solutions: we will protect ourselves and protect our spaces. We will be there for each other
The impetus for this proposal was the unexpected and premature death of Argentine artist Graciela Sacco, who doggedly combated many of the behaviors described here.
On November 7, 2017, we founded the Permanent Assembly of Art Workers to promote feminist practices. We call on the global art community to organize the International Women's Strike on March 8, 2018.
 * * * * *
Compromisso com a prática artística feminista - Assembleia Permanente deTrabalhadoras da Arte
Nós propomos
Diante do sinal de alerta geral que circulou visibilizando as formas de assédio sexual que condicionam as relações de poder no mundo da arte, nós, artistas, curadoras, pesquisadoras, escritoras, galeristas, trabalhadoras da arte, elaboramos um compromisso com as práticas feministas. Este documento, ao qual convidamos a aderir, procura criar consciência sobre as formas patriarcais que, como uma membrana invisível, moldam o exercício do poder no mundo da arte. O manifesto “Não nos surpreende” fez um “apelo às instituições, conselhos e outras colegas, para que pensem bem como cumprem, ou podem ter cumprido, um papel na perpetuação dos diferentes níveis de desigualdade de gênero e abuso, e como irão lidar com esses problemas no futuro.” Neste compromisso com as práticas feministas, propomos expandir a consciência acerca dos comportamentos patriarcais e machistas que dominam o mundo da arte e que regulam nossos modos de nos posicionarmos. Esse compromisso se identifica, em primeiro lugar, com a exclusão histórica e a desvalorização de artistas mulheres, mas suas propostas podem ser assumidas por mulheres, homens ou qualquer identidade não normativa. Trata-se de um guia de práticas pessoais e institucionais que convidamos todas as pessoas do meio a seguirem.
Em relação à estrutura do mundo da arte
1. Promovamos, exijamos e respeitemos a representação igualitária no mundo da arte (50% em vez dos atuais 20%), tanto nas coleções dos museus e outras instituições culturais, como nas coleções particulares, nas exposições coletivas, nos prêmios (paridade na seleção, premiações e jurados), nas feiras de arte, nas representações internacionais, como as bienais, nas reproduções de obras em livros e catálogos coletivos, nas capas das revistas, e porcentagens de artistas nas galerias de arte. Estas são formas de representação que devem reger todas as artes (também os repertórios nos concertos e nas artes cênicas, bem como na literatura). Tornemos visíveis as desigualdades e desarticulemos as formas desiguais em que as fontes de financiamento e os rendimentos são distribuídos (entre os gêneros, entre os “centros” e “periferias” e entre os setores sociais).
2. Trabalhemos pela equidade representativa nos cargos gerenciais das instituições artísticas, educacionais e culturais que gerenciam, decidem e geram políticas no setor de artes visuais. Em América Latina, há poucas diretoras de museus mulheres; os cargos principais e de direção das instituições são ocupados majoritariamente por homens. As mulheres geralmente estão situadas nos cargos intermediários, em empregos considerados “femininos”; vinculados à esfera patrimonial (restauração, catalogação, conservação) ou liderando iniciativas relacionadas à educação ou direção de museus de artes decorativas, de vestimentas, entre outros, ou museus considerados “menores” em relação aos principais centros de promoção das artes. Nos painéis ou mesas redondas, aqueles que têm a palavra são predominantemente  homens, e no mundo da arte, o “estrelato” é masculino. No campo das organizações (não só nas iniciativas comerciais, mas também na autogestão e na suposta horizontalidade, como assembléias ou projetos artísticos), tornemos visível e evitemos colocar mulheres na posição tradicional de “secretárias”, “administradoras”, “assessoras de imprensa” enquanto os homens
são alocados para tarefas criativas e de liderança. Procuremos trabalhar com aquelxs que sentem que todxs podem fazer e aprender.
3. Sejamos conscientes de que os comportamentos patriarcais não são necessariamente administrados por homens heterossexuais: as mulheres podemos ser extremamente patriarcais quando exercitamos autoritarismo e maus tratos. O mesmo pode ser dito sobre o machismo da cultura gay: vamos fortalecer nossa aliança com as loucas e queers em geral, a fim de desmantelar a misoginia gay. Tornemos visíveis ações de colegas homens orientadas a partir de condutas e perspectivas feministas.
 4. Analisemos a posição das mulheres e de outros corpos feminizados em relação a questões de raça, classe social, idade, geografia, orientação sexual, identidade de gênero e outros vetores diferenciais, e trabalhemos ativamente para subverter as estatísticas discriminatórias e excludentes que dominam o mundo do arte (classe branca, média ou alta, jovem, com contatos estabelecidos no universo de arte). Promovamos pesquisas e tornemos visíveis as formas de criação de artistas mulheres de outros grupos sociais e outras culturas. Analisemos e destaquemos a exclusão de artistas de gerações intermediárias e o fenômeno recente e crescente de reconhecimento tardio, no final da carreira, que, em uma clara discriminação etária, a imprensa tem rotulado de “o tempo das avós”.
Em relação aos comportamentos no mundo da arte
5. Evitemos cair na armadilha de acusação pessoal de “mau caráter”: as instituições e os representantes do poder sempre querem nos convencer que por pedir justicia, impor limites, lutar pela dignidade do nosso trabalho, você se torna uma “louca”; “histérica”ou “problemática”.
6. Sempre que estivermos prestes a criticar, em voz alta ou não, outra mulher, paremos um instante para analisar se não estamos exercendo um ódio introjetado. A misoginia está no inconsciente coletivo e temos que desarmá-la dentro de nós. Em caso de dúvida, vamos comparar: o que aconteceria se um homem estivesse fazendo isso?
7. Evitemos despender esforços na promoção da carreira de nossos colegas homens em detrimento de promover as companheiras mulheres. Cultivemos relações de trabalho respeitosas e igualitárias com os homens do nosso meio ambiente sem permitir micromachismos.
8. Sempre que pudermos, ajudemos uma outra mulher a ter mais confiança. Se uma mulher nos ajudar a fortalecer a auto-confiança, agradeçamos. 
9. Evitemos que nos tratem com condescendência a partir de condutas de superioridade paternalista e convidemos nossos interlocutores homens a revisarem a linguagem usada para neutralizar nossos argumentos, classificando-os como equivocados e impondo sua forma de pensar como a correta. Evitemos que nossos colegas masculinos nos interrompam para corrigir ou explicar (mansplaining) assumindo que nosso conhecimento ou conhecimento sobre qualquer assunto é escasso.
10. Não nos intimidemos com o volume, a gravidade da voz ou altura dos nossos interlocutores homens. Essas condições não são iguais a ter razão.
11. Não sentamos vergonha, nem permitamos que nos façam sentir vergonha pelas questões que nos interessam e nos envolvem. A vergonha é uma das estratégias patriarcais que silenciam a nossa possibilidade de investigar as questões que nos interessam.
12. Expressemos frontalmente, em todas as oportunidades e diante dos que as usam, o emprego dessas estratégias de poder e nosso desacordo.
13. Escutemos e compartilhemos experiências porque o pessoal é sempre político. Fomentemos a amizade entre as mulheres. Contra o corporativismo machista, promovamos a solidariedade entre as mulheres (sororidade).
Em relação à carreira artística e à criatividade
14. Criemos o máximo que pudermos. Que a ambição não nos assuste. Criar mais é uma forma de trabalhar contra a desigualdade de gênero.
15. Permaneçamos atentas à pilhagem de nossas idéias e de nossas práticas artísticas que, quando passam despercebidas em nossas mãos, ganham notoriedade nas mãos de artistas que as instituições classificam como homens. Tornemos público quando isso acontecer com o trabalho de nossas colegas. Observemos e apontemos que as qualidades atribuídas à arte “feminina” adquire valor quando usadas por artistas do sexo masculino, mas são consideradas arte menor, kitsch, amadora, infantil ou ridícula quando se aplicam ao trabalho de mulheres.
16. Questionemos com clareza o conceito estabelecido de “carreira artística”, orientado pela dedicação exclusiva à realização do trabalho para fins comerciais. Como mulheres, sabemos que a continuidade do nosso trabalho muitas vezes está condicionada pela maternidade e pelas tarefas domésticas e de cuidados que nos são impostas. Vamos atribuir a ausência e o retorno ao fazer artístico um valor específico e relevante em nossas práticas. Lutemos pela socialização de tarefas e cuidados domésticos (que incluem a escuta, a troca de confidências e a contenção emocional) para questionar sua naturalização e a forma com que as assumimos.
17. Rejeitemos o conceito de gênio, de mestre e o cânone da “boa arte”, regulado a partir de parâmetros patriarcais.
18. Eliminemos a noção de “olho treinado”, capaz de definir, quase que por graça divina, o que tem qualidade artística.
Sobre feminismo artístico e história da arte feminista
19. Não evitemos nos identificar como “artistas feministas” ou como “historiadoras de arte feministas” quando, em nossas práticas, confluem a arte, a política e o ativismo feminista. Sejamos capazes de sentir orgulho de nomear ou denominar nossos trabalhos como feministas quando questionamos em nossas obras o sistema heteropatriarcal dominante.
 20.  Revisemos e questionemos as imagens estereotipadas da “mulher” construídas por discursos patriarcais. Vamos construir nossas próprias categorias.
21. Investiguemos o trabalho de artistas e das pesquisadoras e teóricas mulheres, conectando-nos com seus legados. Revisemos o poder exercido pelas genealogias patriarcais sobre nós e valorizemos o conhecimento das mulheres.
22. Revisemos nossos próprios sistemas de citações de fontes e princípios de autoridade para analisar criticamente a internalização do pensamento patriarcal em nossas práticas.
23. Analisemos a linguagem patriarcal predominante na construção da história da arte (com termos como gênio, manifesto, mestre) para elaborar um outro olhar, outros relatos, outras histórias (não uma História oficial) da arte.
24. No âmbito da educação, exijamos a inclusão de uma bibliografia de autoras mulheres (tanto na história quanto na teoria), geralmente ausentes de programas acadêmicos.
25. Em conversas com curadorxs, colecionadorxs, galeristas ou outros agentes no campo da arte, mencionemos nossas colegas. Falemos sobre suas suas obras. Participemos de conferências, leiamos entrevistas, investiguemos com interesse nosso próprio trabalho: é uma maneira efetiva de submeter as principais genealogias patriarcais às críticas.
26. Nunca nomeemos artistas mulheres como “esposas” de artistas homens, ligando-as a genealogias masculinas. No caso de casais de artistas, evitemos nomeá-la apenas com o nome, e ele, com o sobrenome (Frida e Diego Rivera). A história da arte foi construída sobre a marginalização das mulheres, seja nos casos de casais de artistas ou relações entre mestres e alunas. Investiguemos e destaquemos a sua identidade, trajetória e o lugar que ocupam no mapa da criatividade artística.
27. Vamos dar visibilidade aos sistemas de poder que desprezam o trabalho das artistas mulheres e descartam sua legitimidade quando associam o reconhecimento de seu trabalho a favores sexuais.
28. Participemos em congressos, palestras e encontros, e proponhamos sessões sobre arte e feminismo. Tomemos a palavra e comparemos o que acontece com outras áreas de criação e conhecimento.
29. Analisemos e aprendamos com o caráter historicamente coletivo, participativo, colaborativo e solidário do feminismo e sua relação com outras expressões culturais subjugadas, desqualificadas ou oprimidas.
30. Participemos da ação para que a atual iniciativa de valorizar as mulheres artistas não reconhecidas em seu tempo transcenda o fato de ser uma moda conjuntural e momentânea.
31. Propiciemos a gestão de espaços de criação, conhecimento e circulação de arte colaborativa, participativa e comunitária que excedam o campo tradicionalmente elitista da arte.
32. Promovamos modos de percepção baseados no pensamento inclusivo, no afeto e na equidade, opostos à ética da exclusão e ao individualismo, valores patriarcais que dominam a sociedade e o mundo da arte.
33. Denunciemos publicamente que a exclusão do trabalho das mulheres artistas produz uma censura sistêmica de nossas sensibilidades, de nossa poética e de formas de conhecimento que permanecem silenciadas para xs receptorxs, que por sua vez se limitam a perceber e a conhecer quase exclusivamente maneiras masculinas de ver e estar no mundo.
Sobre a natureza inclusiva desta proposta
34. Incentivemos a comunidade artística masculina e a comunidade artística em geral a estarem abertas a diferentes formas de sensibilidade e não por isso menores.
35. Compreendamos e façamos com que nossos colegas do sexo masculino compreendam que não é necessário ter sido classificada como mulher para se inscrever neste compromisso feminista no mundo da arte. Os princípios da equidade e do respeito podem ser aplicados, pregados e respeitados por todxs.
36. Consideremos que o compromisso feminista decorre da experiência e da consciência gerais acerca da discriminação e da opressão (das mulheres e de outros indivíduos socialmente deslocados por razões de classe, raça, identidade de gênero ou orientação sexual): O feminismo é um momento dialéctico emancipatório para todxs.
37. Não sejamos cúmplices de nenhuma forma de violência machista, desde sua expressão mais visível até a mais sutil e pouco perceptível. Procuremos soluções não punitivas, mas eficazes. Nós podemos nos proteger e proteger nossos espaços. Estejamos prontas para proteger umas às outras.

Esta proposta foi lançada como homenagem ao falecimento inesperado e prematura da artista argentina Graciela Sacco, que enfrentou persistentemente muitos dos comportamentos descritos acima. Em 7 de novembro de 2017, estabelecemos a Assembléia Permanente de Trabalhadoras Artísticas a partir da qual promovemos o compromisso das práticas feministas e convocamos a comunidade artística global a organizar a Greve Internacional de Mulheres em 8 de março de 2018 também no mundo das artes e nas suas correspondentes instituições.
Para aderir a este compromisso, envie suas assinaturas até 24 de novembro para:


Ad Minoliti
Adriana Bustos, artista visual, Argentina
Adrienne Samos, curadora, crítica, gestora, editora independiente, Panamá
Agustín Ricardo Díez
Agustina Leal, artista
Agustina Siffredi
Alejandra Correa, poeta, artista visual y gestora cultural
Alejandra Fenochio, artista
Alejandro Cesarco, artista
Alejandro Grimson, docente, UNSAM, Buenos Aires
Alessandra Burotto Tarky, Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile, Santiago de Chile
Alicia Herrero, artista
Alina Marinelli, bailarina, Argentina.
Álvaro Fernández Bravo, Investigador CONICET, Buenos Aires
Amalia Amoedo, artista
Amalia Pica, artista plástica
Amparo González Sola
Ana Gallardo, artista, Buenos Aires
Ana María Reyes, docente, Boston University, Boston
Ana Paredes
Ana Paula Cavalcanti Simioni, Universidade de São Paulo
Ana Santilli Lago, fotógrafa
Ana Torrejón, periodista
Anabella Arrascaeta, periodista, revista MU
Anaclara Talento Acosta, Uruguay/Noruega
Ananké Asseff, artista visual
Andrea Garrote
Andrea Giunta, Universidad de Buenos Aires
Andrea Ruiz, artista, Córdoba
Andrés Duprat, Director, Museo Nacional de Bellas Artes
Angela López Ruiz, Uruguay
Angeles María Devoto, MALBA, Buenos Aires
Ariadna Moreno
Azul Blaseotto, artista, Espacio “La Dársena”, docente UMSA/UBA, Buenos Aires
Azul Masseilot, artista multidisciplinar, Argentina.
Bárbara Golubicki, curadora, gestora, Ministerio de Cultura de la Nación Argentina.
Bárbara Hang
Beba Eguía
Bernardina Rosini
Camila Zenclussen
Carina Cagnolo, artista, docente, curadora, Universidad Nacional de Córdoba
Carla Barbero
Carlos Huffmann, artista, Argentina.
Carlota Beltrame, artista, docente, Tucumán
Carmela Jaramillo
Carmen Imbach Rigos
Carolina Senmartin, docente, investigadora, Facultad de Artes, Universidad Nacional de Córdoba
Carolina Vanegas Carrasco, Unsam, Buenos Aires
Catalina León, artista, Buenos Aires
Catalina Lozano, curadora, Ciudad de México
Catalina Perez Andrade, artista, estudiante de Letras (UBA)
Cecilia Fajardo Hill, curadora independiente
Cecilia Lida
Cecilia Palmeiro, docente y escritora, Colectivo ni una menos
Cecilia Pavón
Cecilia Szperling, Buenos Aires
Cecilia Vázquez, docente investigadora, UBA/UNGS
Celia Tabó
Chiachio & Giannone
Clara Lee Lundberg, coreógrafa, bailarina, periodista
Clara Luz Gils
Claudia Aboaf, escritora, Buenos Aires
Claudia Acuña, periodista, revista MU
Claudia del Río, artista, Rosario
Claudia Gilman
Claudio Facciolo
COLECTIVO NI UNA MENOS
Constanza Piaggio, artista visual
Cristian Cutró
Cristina Blanco, Lic. en Artes (UBA), Coordinadora del Área de Exposiciones, CNB
Cristina Civale
Cristina Piffer, artista, Buenos Aires
Cristina Schiavi, artista visual, Buenos Aires
Dani Lorenzo, artista
Daniel R. Quiles, Ph.D., Associate Professor, The School of the Art Institute of Chicago
Daniela Lucena, docente, investigadora
Daniela Muttis, artista, Mar del Plata
Débora D´Antonio , IIEGE-Conicet
Deborah Dorotinsky, investigadora, Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM
Delfina Bourse, artista, Buenos Aires
Delfina DottiDelia Cancela, artista, Buenos Aires
Diana Schufer , artista visual
Diana Szeinblum, coreógrafa
Docentes de Artes Combinadas y Procedimientos Transdisciplinares, Facultad de Bellas Artes, Universidad Nacional de La Plata
Dorota Biczel
Emilio Tarazona, Colombia
Estefanía Papescu, periodista, Buenos Aires
Evelyn Frosini, compositora y diseñadora de sonido
Evelyne Marques Rodrigues
Facundo Nahuel Martín, docente, investigador, CONICET, UMSA, Argentina
Fátima Pecci Carou, pintora y música, Buenos Aires
Federico Baeza, docente, UNA
Fermin Acosta, docente, investigador
Fernanda Alarcón, IIEGE- UBA – UNA
Flavia Romera, diseñadora de Indumentaria
Florencia Carrizo, Artista e investigadora escénica, Buenos Aires
Florencia Garramuño, Universidad de San Andrés, CONICET
Florencia HaNa Ciliberti, artista, Buenos Aires
Florencia Levy, artista, Buenos Aires
Florencia Magaril, Córdoba
Florencia Rodríguez Giles, artista
Florencia Rumpel Rodriguez, escritora, desarrolladora independiente.
Francisco Lemus, CONICET/IIAC-UNTREF/FBA-UNLP
Gabriel Baggio, artista visual, docente UNA, Buenos Aires
Gabriela Golder, artista, profesora, UNTREF
Gabriela Luzzi
Gabriela Messuti, artista visual, UBA
Gabriela Paolillo,
Gabriela Schevach, artista, Buenos Aires
Georgina G.Gluzman, historiadora del arte, CONICET-UNSAM, Argentina
Gilda Picabea, pintora, Buenos Aires
Gillian Sneed
Gloria Cortés Aliaga, curadora, Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago de Chile
Guadalupe Chirotarrab
Guadalupe Chirotarrab, curadora. Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Argentina.
Guadalupe Maradei
Guadalupe Pardo, artista, docente de arte
Guillermina Baiguera
Gustavo Marrone
Hersilia Alvarez, artista
Ileana L. Selejan, escritora y curadora independiente, investigadora asociada en el Departamento de Antropología, University College London, Londres
Ionit Behar, curadora, Chicago, Illinois, USA
Itala Schmelz
Jacinta Racedo, licenciada en Ciencia política, curadora, HIEDRA
Jane Brodie
Jazmin Berakha, artista
Jazmín Giordano, artista visual
Jimena Ferreiro, curadora, investigadora, docente, Buenos Aires
Jimena Fuertes, artista visual
Juan Manuel de Brito
Julia Masvernat, artista, Buenos Aires
Julia Pomies, periodista, revista Kiné
Julieta Fradkin, artista, Buenos Aires
Julieta García Vazquez
Karen Cordero Reiman, historiadora del arte, curadora, escritora, Ciudad de México
Karina Granieri
Kekena Corvalán, profesora, curadora, Middlebury College / UMSA, Buenos Aires
Larisa Zmud, galerista, Buenos Aires
Laura Azcoaga, artista, Asociación Origami Argentina, Buenos Aires
Laura Bilbao, artista, Buenos Aires
Laura del Barco Peretti, artista, Espacio Cultural Museo de las Mujeres, Córdoba
Laura Malosetti Costa, Dra. en Historia del Arte, CONICET, IIPC-TAREA, UNSAM
Laura Nieves, artista, docente
Laura Samoilovich
Leila Tschopp, artista, docente
Leticia Obeid, artista visual, escritora, Buenos Aires
Lili Furió
Lina Etchesuri, fotógrafa, revista Mu, MAFIA
Lorena Verzero, CONICET- IIGG, UBA
Loreto Garin Guzman, artista miembro de Etcetera y La Internacional Errorista, Chile/Argentina
Lucía Aita
Lucia Reissig, artista
Luciana Damiani
Luciana Lamothe
Luis Vargas Santiago, investigador, UNAM, México
Luján Funes, artista visual, Buenos Aires
Maga González, artista visual, docente.
Magdalena Jitrik, artista, Buenos Aires
Maite Paramio, Programas Públicos / Arte y Pensamiento MALBA, Buenos Aires
Maitena Burundarena, Buenos Aires
Marcela Astorga, artista visual, Argentina
Marcela Cabutti, artista
Marcelo Pelissier
Marcelo Toledo, Compositor, Columbia University
Margarita Molfino, licenciada en Artes por la UBA, actriz, bailarina.
Margarita Pierini, UNQ
María Alba Bovisio
María Alvarez
María Amalia García, CONICET, TAREA/UNSAM
María Causa
María Chevalier
María Datel
Maria del Carmen Varela, periodista, Revista MU
María del Lujan Gomez
María Elena Lucero
María Evelia Marmolejo
Maria Inés Nouzeilles
María José Punte
María Laura Vázquez
María Macarena Alfonso
Maria Noel Romero
María Paula Lonegro, licenciada en Arte, Argentina.
María Paula Zacharías, periodista en artes visuales, Buenos Aires
María Paz Amaro Cavada, escritora, historiadora del Arte
Maria Rosa Andreotti, artista visual, realizadora audiovisual
Maria Victoria Sacco, curadora independiente
Mariana Bellotto, coreógrafa y performer, Buenos Aires
Mariana Paredes, artista visual
Mariana Sissia, artista visual, Argentina​
Mariane Pécora, periodista, Periodico Vas
Mariano López Seoane, Untref, Buenos Aires
Mariano Pattin, investigador escénico, performer, músico, UNADamus
Mariela Blanco, arquitecta
Mariela Yeregui, artista, directora de la Maestría en Tecnología y Estética de las Artes Electrónicas, UNTREF
Marina Becerra, CONICET
Marina De Caro, artista y licenciada en Historia del Arte, Buenos Aires
Marina Oybin
Marina Reyes Franco, curadora independiente, San Juan, Puerto Rico
Marta Penhos
Marta Salerno
Martín Alomar
Martín Di Girolamo, artista
Martina Perosa
Marula Di Como
Matías Allende Contador
Matilde Sánchez, Revista Ñ, Buenos Aires
Mercedes Azpilicueta, artista
Mónica Mayer, artista visual, México
Mónica Van Asperen, artista, Buenos Aires
Nahima Giacaman, artista, Zapallar
Nancy Rojas, curadora, ensayista, Rosario
Natalia Brizuela, profesora, Universidad de California, Berkeley
Natalia Di Marco, artista, galerista, Necochea
Natalia Encinas
Natalia Pineau
Nicola Costantino, artista Plastica
Nina Kunan
Nora Domínguez, profesora, Facultad de Filosofía y Letras, UBA
Octavio Zaya, curador, escritor, Boston/Brookline
Olga Autunno, artista plástica y visual
Ornella Pocetti
Paola Cortes-Rocca, docente, San Francisco
Paola Olari Ugrotte, fotógrafa
Paola Sferco, artista visual, Córdoba
Paola Vega, artista, Buenos Aires
Paula Kuschnir
Paula Serafini, investigadora, artista
Raquel Minetti, artista visual, docente, UADER, Paraná
Ricardo Manetti, Director Carrera de Artes, Facultad de Filosofía y Letras, UBA
Rosana Aldonate, psicóloga
Semíramis González, curadora independiente, Madrid
Silvana Lacarra, artista, Buenos Aires
Silvia Gurfein, artista
Silvia Sánchez, artista visual, Buenos Aires
Silvina Aguirre, artista visual
Silvina Pirraglia, galerista, Buenos Aires
Sofia Garcia Vieyra, artista, docente e investigadora, Buenos Aires
Soledad Dahbar, artista
Soledad Schönfeld, Lic. en Crítica de Artes Visuales (UNA)
Sonia Yuruen Lerma Mayer
Susana Di Pietro, artista, Licenciada en Ciencias de la Educación (UNLu) y Mg. en Sociología y ciencias políticas (FLACSO)
Tania Bruguera, artista, Cuba
Teresa Puppo, artista visual, escritora, Uruguay
Valeria González, Historiadora del arte y curadora, Buenos Aires
Vanesa Juliá
Verónica Norando, CONICET/UBA-IIEGE
Verónica Romano, artista, Buenos Aires
Veronica Rossi, archivista, historiadora, Archivo Malba, Argentina
Victoria Castelvetri
Violeta Nigro Giunta, pianista, musicóloga, EHESS, París
Violeta Uman
Virgina Hernández
Viviana Usubiaga
Ximena Moreno Maira, Coordinadora de Artes Visuales de Matucana 100, Santiago-Chile
Yanina García
Yuyo Gardiol, Artista, gestora y productora cultural independiente
Zoe Hochbaum


Esta petición fue enviada a:
  • Asamablea Permanente de Trabajadoras del Arte

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Labio partido, por Ana Julia Di Lisio

Tuve muchas dudas en dar mi testimonio, pero me decidí porque pienso que puede ser un granito de arena más para poder avanzar en esta lucha. Nací mujer y primogénita en una familia italiana conservadora. Como eran los ’80, mis papás no supieron que iban a tener una nena hasta que nací y desilusioné a muchos familiares sólo al dar el primer respiro. Ni papá ni su familia pudieron superar el hecho de que yo no hubiera nacido hombre. “Tuviste una calabaza“, le decían mis abuelos a mi papá.             Cuando yo tenía cuatro años, mi papá me sacó de una reunión familiar colgando de mi brazo. No me acuerdo bien por qué, sí que me llevó zamarréandome hasta la barrera de Turdera. Fuimos hasta un lugar en donde no había nadie y, frente a las vías, ya en el piso, me pegó a escondidas de todos hasta que me partió el labio. Las escenas de mis papás discutiendo y las sillas volando para golpearse, eran frecuentes. Luego de esas batallas, se cenaba con toda normalidad y sin

Tres miradas sobre el asesinato de Belén Canestrari, por María Isabel Rodríguez Osado

Testimonio de su hermana Marcela Canestrari El miércoles 30 de abril de 2013, pasé por la casa de mi hermana para tomar unos mates, tranquilas, aprovechando a que él no estaba. Belén tenía 26 años, dos hijos, Valentino y Máximo. Vi llorar muchas veces a mi hermana. Él era muy celoso, no la dejaba que tuviera amigas o saliera, ella venía a vernos a escondidas cuando él no estaba. La llamaba a cada rato para saber qué estaba haciendo y dónde. Ella lo justificaba y nos decía: Viste como es de hincha. Esa última mañana que nos vimos, yo tenía rasguños en los brazos porque había podado unas plantas; Belén me preguntó: ¿se pelearon con Diego?, ¿te pegó? Le dije: ¿qué estás diciendo? Ese día no me quedé a comer en su casa como otras veces. Tal vez, si yo me hubiera quedado, me contaba algo, a lo mejor me preguntó eso para sacar el tema. Como dije, la pareja de Belén era muy celoso, pero nosotros nunca la vimos golpeada. Le pregunté si el jueves siguiente, que era 1 de Mayo, lo podía ll

La espiral de silencio: eso que no vemos

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires lanzó una campaña de concientización sobre violencia de género, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Según una encuesta, tres de cada diez mujeres que sufrieron algún tipo de violencia de género lo considera como un asunto privado en el que terceras personas no deben intervenir. Mirá todos los afiches. Tres de cada diez mujeres que sufrieron algún tipo de violencia de género lo considera como un asunto privado en el que terceras personas no deben intervenir, según una encuesta sobre violencia contra las mujeres en las relaciones de pareja en la Ciudad de Buenos Aires, que muestra la realidad que viven miles de mujeres todos los días. En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires lanzó la campaña de concientización sobre violencia de género "Eso que no vemos también es violencia de género". El objetivo