Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de marzo, 2017

Fernanda

Mi mundo se abrió a la maternidad casi como una causa, a los 34 años, costó la decisión... por rebeldía, por mandato y por la vida. Con la decisión, llegó el primer Test de embarazo positivo. Llevaba 10 semanas aproximadas de embarazo. Llovía y un pinchazo me levantó de la cama, me caí, me agarré fuerte el vientre. Me di cuenta de que estaba aguantando el dolor porque no quería despertar a mi pareja porque era de madrugada. No lo soporto, grito y lo despierto. Estuvimos alerta la primera hora hasta que decidimos salir por atención y control a la guardia de la maternidad… nuestro primer embarazo.  Después de esperar conteniendo y cerrando mis piernas tensionadas en una sala de espera un rato que parece larguísimo, me hacen pasar a un consultorio. Estoy parada, no hay donde sentarme. Me recibe una doctora, paso el primer interrogatorio. Su tono de voz me sonó exultantemente sincero de que algo no andaba bien, y me dijo: - Mmm… a ver recostate en la camilla, abrí bien las piern

Sabina Leiva, por Sebastián La Prezioso

Me llamo Sabina Leiva, tengo cuarenta y cuatro años. Soy madre de tres nenas y dos nenes. La más grande de las nenas, Camila, la tuve con mi primer matrimonio, los otros cuatro con Hugo Contreras, mi último marido. Él abusó de mi hija Camila, su hijastra, y de una de nuestras hijas, Julia. Durante los catorce años que viví con Hugo Contreras fui golpeada por él. Hoy está preso, por el abuso a Julia. Lo otro no se pudo comprobar. Mi historia empieza cuando mi hija Camila pudo contarme lo que pasó con Hugo: “Es que Hugo era como mi papá, ¡perdón mamá!, yo tenía nueve años; él me compraba todo lo que quería, pero yo tenía que ‘jugar’ ¡Me hizo de todo! Un día no quise ‘jugar’ más… hasta hoy me viene obligando”. Me cagó la vida. Pero nunca lo denuncié porque el comisario era su amigo. Cuando entró a casa estábamos abrazadas y llorando, se hizo el boludo. Al rato volvió de la pieza, le dijo a Camila que se fuera, que teníamos que hablar, cuando Camila se fue me dio la cabez

Inés Hercovich: "Las mujeres también somos patriarcales"

Es socióloga y psicóloga social, impulsora de una serie de experiencias y proyectos para visibilizar la violencia contra las mujeres. Su investigación con víctimas de ataques sexuales (que dio origen a un libro publicado hace justo veinte años) ayudó a cambiar la mirada en torno a ese delito. (Imagen: Pablo Piovano) Por Verónica Engler A lo largo de sus vidas, aproximadamente una de cada cuatro mujeres sufre un ataque sexual que puede terminar en violación. Esto es más o menos así en el Norte y en el Sur. Pero la violación sexual sigue siendo un tema tabú. Son pocas las veces que las mujeres que pasan por esta experiencia dolorosa tienen a donde acudir para que, en principio, se las escuche. Ese silencio tantas veces reiterado es el que genera estereotipos ampliamente reproducidos que, por supuesto, ocultan más de lo que muestran. A saber: a) el violador sería un loco, perverso, desquiciado, drogado y alcoholizado, de una clase marginal; b) la violación se daría repentina y subre

Empoderar a las mujeres es clave, por Luiza Carvalho

Este año, el tema del Día Internacional de la Mujer fue  “El empoderamiento económico de las mujeres en un mundo laboral en transformación: hacia un planeta 50-50 en 2030”. Este será también el tema prioritario de la 61ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de Naciones Unidas (CSW61 por sus siglas en inglés) a celebrarse en marzo en Nueva York. Para América Latina y el Caribe, el tema es relevante y el debate es oportuno. La economía de la región se contrajo por segundo año consecutivo en 2016 y para 2017 se proyecta un tímido crecimiento de 1.3% según las Naciones Unidas. Empoderar económicamente a las mujeres abre una posibilidad real de revertir este escenario: se estima que al superar las brechas de género en el mercado laboral se podría aumentar el PIB per cápita en la región en un 14%. A pesar de algunos avances, estas brechas persisten en todos los estratos sociales A pesar de algunos avances, estas brechas persisten en todos los estratos socia

Tres miradas sobre el asesinato de Belén Canestrari, por María Isabel Rodríguez Osado

Testimonio de su hermana Marcela Canestrari El miércoles 30 de abril de 2013, pasé por la casa de mi hermana para tomar unos mates, tranquilas, aprovechando a que él no estaba. Belén tenía 26 años, dos hijos, Valentino y Máximo. Vi llorar muchas veces a mi hermana. Él era muy celoso, no la dejaba que tuviera amigas o saliera, ella venía a vernos a escondidas cuando él no estaba. La llamaba a cada rato para saber qué estaba haciendo y dónde. Ella lo justificaba y nos decía: Viste como es de hincha. Esa última mañana que nos vimos, yo tenía rasguños en los brazos porque había podado unas plantas; Belén me preguntó: ¿se pelearon con Diego?, ¿te pegó? Le dije: ¿qué estás diciendo? Ese día no me quedé a comer en su casa como otras veces. Tal vez, si yo me hubiera quedado, me contaba algo, a lo mejor me preguntó eso para sacar el tema. Como dije, la pareja de Belén era muy celoso, pero nosotros nunca la vimos golpeada. Le pregunté si el jueves siguiente, que era 1 de Mayo, lo podía ll